Una cruz funeraria, es símbolo, de solidaridad, amor y respeto al difunto, teniendo una altas connotaciones afectivas y religiosas dentro del catolicismo. Su origen se refiere al método de ejecución de Jesucristo, el que para los cristianos es un «árbol de salvación». Algunas interpretaciones místicas interpretan que la porción vertical (su medida oscila en unos 80cm), representa la divinidad de Jesús y la horizontal su humanidad.
Al igual que en una corona funeraria, el catolicismo interpreta a esta ofrenda como una reflexión que venimos de Dios y a Él vamos a regresar.