corona de flores funerarias

Historia e importancia de las flores para funerales

La ofrenda más antigua

El Arte Floral Funerario y coloración de flores alrededor de los muertos es la ofrenda más antigua de la humanidad, la forma más antigua de recordar, el acto más antiguo de duelo. Esta actividad tan antigua fue bien documentada por el Dr. Ralph Solecki en su excavación famosa de la cueva Shandiar en el norte de Irak.

Solecki descubrió, en 1951, numerosos sitios de enterramiento en la cueva Shandiar. Con el tiempo, su descubrimiento logró meter el tema del enterramiento humano en el Libro Guinness de los Récords como la forma de actividad religiosa más antigua del mundo.

Durante su excavación, Solecki envió muestras del suelo de las tumbas para analizar el polen presente a Arlette Leroi-Gourhan, una paleobotánica de París, Francia. Leroi-Gourhan encontró polen y fragmentos de flores de al menos ocho especies distintas de flores salvajes. Declaró que los enterramientos habrían tenido lugar en torno al año 62.000 a. C., y que ni pájaros ni otros animales podrían haber sido responsables de la colocación de esas flores. Por tanto, la conclusión fue que hace 62.000 años alguien salió a las montañas en búsqueda de flores para hacer una ofrenda floral a los difuntos.

Símbolos de flores para funerales

A través de la historia, las coronas de flores funerarias se han utilizado para simbolizar cada aspecto del ciclo de la vida, desde el nacimiento hasta la muerte. Por ejemplo, la fragilidad de la vida ha sido representada con las flores. Para crecer y expandirse, las flores requieren de unas condiciones especiales. Lo mismo pasa con los seres humanos. En la muerte, las flores se usan para simbolizar cómo la belleza de la creación es temporal, así como la flor ha de ser cortada por el tallo: lo mismo ocurre con la vida humana.

Las flores también tienen un valor estético añadido ante la muerte, ya que la belleza de la flor ayuda a equilibrar nuestra respuesta emocional a la fealdad que percibimos ante la muerte. Las flores ayudan a compensar las ideas crudas de muerte que queda entre los que viven.

Finalmente, los colores de las flores tienen una simbología específica, particularmente para los religiosos. Por ejemplo, el morado es un símbolo de penitencia y realeza, el blanco es el símbolo de la celebración gozosa y la luz brillante, y el verde simboliza la naturaleza y la frescura del crecimiento.