Zaragoza y el cementerio de Torrero.

Zaragoza en la actualidad.

Zaragoza es una ciudad que se ha convertido en poco tiempo en una de las más importantes de España. Tanto por su actividad económica como por número de habitantes ha avanzado a otras ciudades que antes siempre habían estado por encima de ella. Las razones pueden ser diversas, pero el hecho es innegable.

En 2016 contaba con unos 662000 habitantes según el padrón municipal lo que la convierte en la número cinco en el ranking de población en España.

Localización.

Una de las razones por las que su actividad económica ha aumentado puede ser sin duda su localización. Está en el centro de un eje en el que dista aproximadamente trescientos kilómetros de Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao o Toulouse. Rápido acceso a puertos y zonas industriales que la hacen muy apetecible para la inversión.

Economía.

Si en población es la quinta ciudad española económicamente se sitúa en cuarto lugar. Su fábrica más destacada sin duda es la de coches de opel. Hace años que General Motors tiene una importante concentración de producción en Zaragoza.

Pero no hay que olvida al grupo BSH con balay a la cabeza, SAICA, Torraspapel, pikolin y otras que han iniciado o trasladado su producción a la ciudad.

También el turismo ha aumentado de forma exponencial. Ya sea por la exposición universal, por las famosas fiestas del Pilar o por cualquier otra razón cada vez más habitantes acuden a visitar Zaragoza.

El cementerio de Torrero en Zaragoza.

En cuanto se refiere al mundo funerario Zaragoza, como gran ciudad que es, dispone de varios de ellos. Está el cementerio de Torrero, el de Garrapinillos o el de La Cartuja que son de titularidad municipal. También otros que gestionan empresas privadas con convenios celebrados con el ayuntamiento. Nosotros en nuestro artículo de hoy vamos a centrarnos en el de Torrero. Nos parece que es el más importante de Zaragoza.

Historia del cementerio de Torrero en Zaragoza.

Como hacemos con todos los cementerios que aquí os mostramos vamos a conocer como inició su actividad el de Torrero.

Como la mayoría de los cementerios de España la historia de este cementerio zaragozano comienza en el siglo XIX. A lo largo de este siglo diversos decretos gubernamentales obligan a todos los municipios a sacar del casco urbano los enterramientos para situarlos en lugares adecuados al uso y fuera de las ciudades y pueblos.

Antes se enterraban en las propias iglesias o conventos y en camposantos dentro del municipio.

Decreto de cementerios de 1813.

En 1813 se dictó el decreto que dio el espaldarazo final a la construcción del nuevo cementerio. El gobierno de Madrid obligaba a la adecuación de cementerios provisionales fuera de las ciudades hasta que fuera posible la construcción de algunos que fueran ya definitivos para el uso de los habitantes de la ciudad.

En Zaragoza se utilizaron unas instalaciones que ya existían con anterioridad. Desde el año 1791 el Real y General Hospital de Nuestra Señora de Gracia utilizaba unos terrenos que se situaban en el camino que llevaba a la Cartuja. En dicha finca eran enterrados todos aquellos que no podían hacerlo en los otros cementerios ya fuera por una causa o por otra y que hubieran fallecido en dicho hospital.

El alcalde de Zaragoza llegó a un acuerdo con el hospital para que se usaran estos terrenos como cementerio provisional de la ciudad de Zaragoza. Su utilización comenzó en 1814 y se extendió en el tiempo hasta 1823 año en que se comenzó a planear el de Torrero.

Este cementerio provisional es el que actualmente es el cementerio de La Cartuja.

Los inicios del cementerio de Zaragoza.

El nacimiento del cementerio de Torrero fue muy difícil. En principio cada parroquia de la ciudad tendría una parte del cementerio. Las arcas municipales eran muy pobres por esa época y se decidió que cada parroquia costeara su parcela.

Las parroquias ante esta situación alegaron que no podían porque no disponían tampoco de fondos para dicha construcción. Así que después de mucho tira y afloja, de investigaciones municipales y de negociaciones diversas solo la parroquia de San Pablo pagó su parte.

El coste de la construcción del cementerio de Torrero en las afueras de Zaragoza ascendió a 135.058 reales de vellón. 100.000 de estos reales fueron sufragados por el ministerio de hacienda a petición del ayuntamiento de Zaragoza.

Se realizó una subasta para ver quien era el encargado de la construcción. El ganador fue don Bernardo Nobella que hizo una oferta de 152.000 reales. Y comenzó las obras finalmente el treinta de noviembre de 1832.

Cementerio privado de Zaragoza.

Las obras finalizaron en el año 1834. Las instalaciones fueron inauguradas el dos de julio de ese año por el arzobispo de la diócesis de Zaragoza don Bernardo Francés Caballero.

Como es de suponer al ser subastada la construcción del cementerio eso suponía una gestión privada. Hasta el día seis de febrero de 1867 el cementerio no pasó  a ser totalmente municipal.

Ampliaciones y reformas del cementerio de Torrero.

Una ciudad en constante crecimiento como Zaragoza necesita que su cementerio principal se adapte constantemente a sus necesidades. El cementerio de Torrero ha sufrido diversas reformas y ampliaciones.

Por ejemplo, la calle central del cementerio se comenzó a realizar en 1844 y el primer grupo de nichos se construyó en 1866.

Ampliaciones ha sufrido en los años 1935 y 1936 con una ampliación de terrenos. Y posteriormente en 1966 incorporando a las instalaciones un cementerio civil, otro musulmán, evangélico y alemán.

El cementerio de Zaragoza en la actualidad.

Hoy en día el cementerio de Torrero está adaptado a las necesidades principales de los zaragozanos. Cuenta con Tanatorio propio en el que las empresas funerarias que tenga contratada cualquier familia pueden ofrecer todos los servicios que se deseen ya sean religiosos o laicos.

Es importante este hecho. Por ejemplo el pasado año hubo cincuenta y dos ceremonias laicas en Torrero. Realmente solo son un dos por ciento del total, pero supone un incremento de más de un veinticinco por ciento de un año a otro. Teniendo en cuenta que la disminución de creyentes en nuestra sociedad es enorme es importante contar con unas instalaciones al uso.

El jardín de las cenizas.

Vamos a dar un ejemplo. En el cementerio de Torrero en Zaragoza existe lo que denominan el jardín de las cenizas o de los aromas. En este espacio podemos depositar las urnas de aquellos seres queridos que hayamos incinerado. Pero además del columbario habitual que podemos hallar en muchos cementerios de España existe otro espacio más curioso.

El cinerario de ilustres es uno de los lugares que tiene una mejor vista del cementerio de Zaragoza. Se trata de un lugar elevado, una especie de terraza, en medio de la cual hay un pebetero.

En este pebetero podemos arrojar las cenizas de cualquier fallecido para que sean tratadas de forma adecuada. La ventaja es que no debemos realizar ninguna gestión administrativa. Vamos con la urna depositamos las cenizas y ya está. Todos sabemos los angustioso y farragoso de los papeleos.

Contacto y situación.

El cementerio de Torrero está gestionado por la empresa serfutosa cuyo teléfono es 976388012. Para ponernos en contacto por correo electrónico lo haremos a través de la dirección torrero@torrero.es Pero si solo queremos alguna información sobre el cementerio escribiremos a informacementerio@zaragoza.esdonde desde las oficinas municipales nos ayudaran gustosamente.

La dirección es calle Fray Julián Garcés, s/n. Hasta allí nos acercaran los autobuses urbanos de las lineas. 34 y C1.