¿Sabrías comunicar la muerte de un ser querido a un menor?,¿llevarías a un niño flores funerarias a un Tanatorio?,¿Cómo le comunicarías la noticia?

Cuando un familiar fallece, le ofrendamos con un arreglo floral funerario como símbolo de respeto y darle su último adiós en la tierra con todos sus honores. Para llegar a este punto, antes hemos pasado por el trauma de recibir la mala y desagradable noticia, como adultos y dicho entre comillas lo intentamos entender y superar, por eso como padre que es uno a veces pensamos o nos ponemos en situaciones de protección, por eso me he documentado y consultado queriendo compartir esta curiosidad que ojala nunca tengamos que enfrentarnos, pero… la muerte forma parte normal de nuestra vida.
Comunicar el fallecimiento de un ser querido a un niño: ¿lo llevarías con flores funerarias al Tanatorio? , ¿Cómo le comunicarías la noticia?
En nuestra floristería para servicios de flores funerarias, abarcamos ofrendas para dar ese último adiós, nuestros clientes son adultos y afrontan con entereza el duelo que tienen que pasar, ellos por algún medio u otro, han recibido la fatalidad noticia de la muerte de un ser querido, pero este ser querido que se ha ido ,en el camino de la vida puede ser papa, mama, abuelo, abuela, hermanos, titos, etc…
y así ante toda la cadena familiar, tenemos un niño pequeño en la familia y de alguna manera y en algún momento tenemos que comunicárselo. Esto es muy, muy difícil y nada agradable y más los padres o tutores, que nos esforzamos de manera natural en proteger a nuestros hijos ante cualquier fatalidad que surja en la vida, pero la muerte la tenemos que entender como algo natural que forma parte de nuestra existencia en la tierra. Al igual que se nace, también se muere.
La relación de muerte con niños está más unida de lo que podamos pensar, ya que en la vida nuestros hijos ven por ejemplo en los parques animales e insectos muertos, en algún cuento infantil la palabra muerte también aparece y en los tiempos que corren videos juegos y televisión también aparece, con esto quiero decir que ellos desde pequeños ya recogen o visualizan según su edad la existencia de la vida con la muerte.
Inicialmente ante tanta pregunta, hay respuestas, y tristemente nos tenemos que enfrentar a este momento y poner en conocimiento al niño de lo ocurrido y prepararnos para tener respuesta a todas las preguntas que nos va hacer, ya que su asimilación no tiene nada que ver a la de la edad adulta. Preguntas, como las que nos vendrán a nosotros en la cabeza como por ejemplo, ¿Cuándo se lo digo?, ¿Dónde se lo digo?, ¿Cómo se lo digo?, ¿Cómo se lo tomará?, etc…, para esto antes de dar respuestas tenemos que tener en cuenta algo importantísimo, y es la edad que tiene nuestro hijo ya que no es lo mismo para niños de 3 a 6 años, que para niños más mayores hasta la adolescencia. Muy importante esto.
COMUNICARLE TAN DURA NOTICIA: La forma de comunicarlo no es fácil, en primer lugar tenemos que saber si ya se ha enfrentado con anterioridad a esta situación o es la primera vez y en segundo lugar ver el vínculo o acercamiento familiar que tenía con el fallecido y otro factor importante a tener en cuenta es ver las raíces familiares que tenemos tanto a nivel de creencias familiares, tanto si son religiosas o no, y también en base y muy importante bajo nuestra propia forma de pensamiento y de sentimientos. Lo más cercano para afrontar esta dura situación es que la noticia sea dada por la persona que tenga más cercanía al niño y sobre todo el alto nivel de complicidad, es recomendable que el adulto tenga una buena carga de control emocional propia, sabe perfectamente a lo que se enfrenta y tiene que ser fuerte para soportarlo.
Una vez que vemos el momento oportuno, al acercarnos al niño la comunicación tiene que ser lo más sosegada, y calmada y con mucha dosis de tranquilidad,
no es nada recomendable darla de golpe, hay que prepararse una especie de texto mental para afrontarlo y así ir comunicándoselo poquito a poco, el menor empezará lógicamente a preguntar, y preguntar, por lo que hay que tener esto muy en cuenta de que nunca dejaremos sin respuesta a sus preguntas y le daremos conforme a la edad del niño su respuesta, con toda la complicidad posible y dejándole claro que tu estas ahí para responderle a cualquier duda que tenga, en cualquier momento y en cualquier lugar. Habrá que explicarle que son momentos de tristeza pero que el hecho de estar triste, llorar etc…, no es nada malo y que poco a poco con el paso del tiempo esa sensación de pena irá desapareciendo.Si el niño desea asistir al tanatorio para la celebración del funeral y ofrendar con flores no es malo que vaya, (si es voluntad propia y nace de él el querer asistir), lo recomendable es no obligarlo.
A continuación os comento unos breves consejos, de cómo sería el comportamiento del niño ante la noticia, conforme a su edad, ya que como he mencionado en este blog es muy muy importante tenerlo en cuenta.
NIÑOS DE 3 A 5 AÑOS. Para niños en esta etapa, nunca negaremos la muerte, el hecho de decirle una mentira piadosa provocará ciertos miedos, ya que tarde o temprano conocerá la verdad y el hecho de engañarle le hará sentir que la muerte es algo muy malo. Por eso importantísimo nunca mentirle piadosamente. Es difícil pero lo tiene que entender a su edad.
NIÑOS DE 6 A 9 AÑOS. A estas edades, (según informaciones de profesionales del tema), pueden estar largas temporadas sin que notemos que la mala noticia le afecte, más adelante tendrán ganas de estar con la persona que ya físicamente no se encuentra a su lado y será la etapa donde expresará su verdadera emoción a través de sus lágrimas. En esta fase el niño nos cuestionara preguntas de todo tipo, al cual nunca lo dejaremos indiferente.
ADOLESCENCIA.Hoy en día, comunicar un fallecimiento a un adolescente es menos complicado, ya que a su manera y en nuestros tiempos de alta tecnología
observan la muerte por todos los lados, lo cual significa que daremos menos explicaciones. Deseará compartir su duelo con amigos antes que con los familiares, donde nos pondremos en alerta ya que la adolescencia es la etapa de rebeldía, lo cual una buena manera de solventarlo es esperando por parte de los familiares que el adolescente expresen sus propias emociones tras una buena conversación placida y tranquila.Unirse a él o a ella con complicidad hará sentir más refugio y seguridad con las personas que le queremos.
Para terminar decir que, las normas básicas es tener dosis de paciencia, complicidad y conforme a la edad del niño nunca dejarlo indiferente ante todas las dudas, cuestiones y situaciones que se plantean en su propio duelo, en caso de hacerlo y no saber, hay libros dedicado exclusivamente sobre este tema, como es bueno también pedir consejo y ayuda de profesionales. (centros Psicológicos infantiles) que enseñan como tratar este tipo de situaciones tan desagradables que forma parte de nuestra existencia en la tierra.


